Para preparar el jamón para curar se cubría de sal durante, aproximadamente un mes, echándole más sal a los 15 días y moviéndole un poco. Luego se metían en una pila con agua durante un día y se prensaban para poder colgarlos. Dos meses después de colgarlos se “pintaba” con vinagre y pimentón para que no se apolillara ni le entraran bichos. Se dejaba curar un mínimo de seis meses aunque podía estar hasta dos años.
El día que se despiezaba el cerdo, se picaba la carne con cuchillos y con tijeras de esquilar para hacer los chorizos. Después ya vinieron las máquinas. Se aderezaba la carne dentro de la gamella con ajos, pimentón y sal. Alguna familia le echaba también pimienta negra. El aderezo se echaba a ojo, aunque llevaba una proporción aproximada de 20g de sal y pimentón por kilogramo de carne. Se amasaba con los puños y se dejaba reposar una noche. Al día siguiente se empezaba a embutir, al principio a mano y luego ya con máquinas. “carne en calceta pal que la meta”.
Cuando se está embutiendo hay que pinchar las tripas para que se salga el aire. También se reprietan para que estén bien embutidos y se hacen atados. Luego se cuelgan durante, al menos tres semanas, aunque también se pueden comer frescos tras pasar por la sartén.
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ResponderEliminar¡¡¡ TENGO HAMBRE !!!